Construir plantas fotovoltaicas en suelo en 2023 implica superar una serie de desafíos que van desde su localización y maximización de su eficiencia, pasando por la conservación del entorno natural.

La energía solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento sin precedentes, especialmente en España, convirtiéndose en una fuente de energía limpia y sostenible que desempeña un papel fundamental en la transición hacia una matriz energética más verde. Construir plantas fotovoltaicas en suelo es una estrategia ampliamente adoptada para aprovechar la energía solar, aunque no está exenta de desafíos significativos.

Hay diferentes variables a tener en cuenta cuando se construyen plantas en suelo. Por un lado, la elección de la ubicación de la planta fotovoltaica, en algunos casos la ubicación de los terrenos no es fácil debido a pendientes e irregularidades que pueden presentar. Esta cuestión es crucial para su eficiencia y rentabilidad a largo plazo. Se deben considerar factores como la radiación solar, la topografía del terreno y las restricciones ambientales y regulatorias. La identificación de ubicaciones adecuadas y compatibles con otros usos del suelo puede ser un desafío en regiones densamente pobladas o con condiciones climáticas extremas.

Por otra parte, se encuentra la estabilidad del suelo que es esencial para la instalación de las estructuras de acero que soportan los módulos solares. Suelos con baja capacidad portante o propensos a la erosión pueden requerir una cimentación específica o técnicas de refuerzo, lo que aumenta el tiempo y coste de instalación.

Además, las estructuras fijas deben diseñarse para maximizar la captación de la luz solar durante todo el día y durante todo el año. Esto requiere ángulos de inclinación y orientaciones específicas, lo que puede ser un desafío en ubicaciones con limitaciones de espacio, sin contar las dificultades de mantenimiento de las estructuras (y los paneles solares), para asegurar la eficiencia de la planta en áreas remotas o de difícil acceso, como algunas en las que hemos trabajado en África o Latinoamérica.

En países con escasez de tierras disponibles y una creciente demanda de desarrollo urbano, la instalación de grandes campos de paneles solares puede generar preocupaciones relacionadas con el impacto visual y de uso de suelo. Abordarlas requiere siempre de una cuidadosa planificación y consideración de la integración paisajística.

Finalmente, la protección del hábitat natural para distintas especies de fauna es fundamental a la hora de acometer proyectos. El caso de Extremadura y Andalucía, donde están desplegadas un buen número de plantas fotovoltaicas activas en España, es de especial interés.

Representantes de dichas autonomías y de muchos proyectos han manifestado recientemente, en el foro anual de la Unión Española Fotovoltaica, los avances en materia medioambiental de las plantas fotovoltaicas en las que no solo se complementa con el uso tradicional del suelo, sino que se añade uno nuevo que proporciona beneficios extra a los propietarios de los terrenos. Y, lo mejor, ofrecen oportunidades y beneficios a algunos componentes de la biodiversidad de la zona.

En cualquier caso, estén en suelo o sobre cualquier otra superficie, las compañías de la industria estamos llamadas a buscar formas de almacenamiento asociadas, porque bien está ser una potencia en generación eléctrica proveniente de fotovoltaica, pero mejor es no desperdiciar el exceso de la producción simultánea. Esto nos demuestra que, incluso abordando los retos técnicos, estructurales y ambientales, el reto del almacenamiento seguiría.

En definitiva, la construcción de plantas fotovoltaicas en suelo presenta desafíos importantes haciendo una lectura desde las estructuras fijas. Además de los aspectos técnicos y económicos, es crucial abordar las preocupaciones relacionadas con el impacto visual, medioambiental y la disponibilidad de suelo. A medida que la tecnología avanza y se abordan estos desafíos, la energía solar fotovoltaica en suelo seguirá siendo una pieza fundamental en el panorama energético sostenible del futuro.